Las isoflavonas son sustancias vegetales secundarias que le sirven a la planta para su propia protección. La fuente principal para obtener isoflavonas son los granos de soja. En la medicina natural se valoran especialmente las isoflavonas de soja por sus suaves efectos estrógenos. Los estrógenos que contienen las plantas tienen una función equilibrante en el organismo femenino durante y después de la menopausia.
El conocido síntoma menopáusico (dolencias de la menopausia) de las mujeres resultan de un descenso del nivel de estrógenos. Ya al sobrepasar la barrera de los cuarenta empieza a disminuir en muchas mujeres la producción de estrógenos hasta que seis años después en la mayoría de los casos se produce la última menstruación. Entonces la formación de hormonas baja a valores muy reducidos -que permanecen igual hasta una edad avanzada. Sin embargo a muchas mujeres este descenso del nivel de estrógenos les resulta incómodo y con frecuencia va acompañado de síntomas desagradables como aumento repentino de la sensación de calor, perturbaciones del sueño y mareos, así como cambios de humor, irritabilidad y falta de concentración.
En los países asiáticos las mujeres que sufren síntomas de menopausia son más bien una excepción. Una investigación más detallada de este fenómeno dio como resultado que con los granos de soja como alimento principal se ingieren altas concentraciones de isoflavonas de soja. Así una asiática toma diariamente aproximadamente 50 mg. de isoflavonas a través de su alimentos. El nivel de isoflavonas puede ser en mujeres asiáticas 10.000 veces mayor que en mujeres europeas. Con ello el estrógeno vegetal débil de los granos de soja contribuye a compensar la actividad reducida de los estrógenos de las mujeres asiáticas.